El regresso de Quetzalcóatl

February 25, 2024

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Te presento a mi Quetzalcóatl

Una grandeza que se deriva de nuestras dos grandes raíces: Mesoamérica y España.
Nuestras raíces no tienen por que pelear quinientos anos después de su violento encuentro.
El trauma de la conquista no se deriva de que recordemos un evento que, evidentemente, nadie en el mundo de hoy vivió… deliberadamente nos inyectamos odio en el corazón.
El 13 de agosto de 1521 decenas de pueblos sometidos se liberaron del mas terrible y sanguinario yugo opresor, y junto a sus aliados castellanos comenzaron a construir México, un país surgido de la unidad y del triunfo, pero a cuyo pueblo le han narrado una versión de los hechos muy equivocada.
México es heredero de Teotihuacán y de Roma.
La única participación de los mexicas fue conquistar y someter a los pueblos herederos de la gran tradición tolteca y comenzar a destruirla.
El gran Cristo mesoamericano: Quetzalcóatl.

La profecía de Quetzalcóatl

Quetzalcóatl es la unión del espíritu y la materia, la compenetración de todas las dualidades, la consciencia que llena el espacio entre el cielo y la tierra. Es la serpiente del mundo enroscada en la base del árbol de la vida, y el águila en su copa lista para emprender el vuelo. El sol invicto y la tierra sagrada.
Anáhuac, cuyo significado literal es “cerca del agua”, era el nombre que daban los pueblos nahuas a toda la zona donde se desarrolló su cultura en el centro de Mesoamérica. La expresión Cem Anáhuac, totalmente rodeado de agua, significaba simbólicamente el único mundo.

El Sacrificio de los hijos de Quetzalcóatl

Los legítimos herederos de los toltecas llevaban cien años sojuzgados por los hijos de Huitzilopochtli.
Huitzilopochtli fue un dios exclusivo de los mexicas cuyo culto no existía en el valle de México antes del siglo XV. Era un dios de la guerra, pero ante todo un dios del sol, al igual que Quetzalcóatl; es decir, son distintas manifestaciones de Tonatiuh, el sol.
Aztlán, lugar originario de los mexicas. Entonces eran conocidos como aztecas o aztlantecas. Ya instalados en el valle de México, se hicieron llamar mexicas en honor a su dios guía, a su dios de la tribu, al que nombraban Mexi. Azteca es una identidad basada en un supuesto lugar de origen, mientras mexica es una identidad tribal.
Todo renacimiento implica un sacrificio, y Quetzalcóatl, como en su mito, se sacrificó para que algo nuevo viera la luz.

Cayó la noche sobre el Pueblo del Sol

Ometéotl - la divinidad suprema del panteón mexica, fuente de todos los demás dioses.
Mictlán - inframundo en la mitología nahua.
Coyolxauhqui es hermana de Huitzilopochtli, hija de Coatlicue. Se le identifica en general como diosa lunar; aunque la ausencia de signos lunares en su imagen nos dice que quizás es diosa de la noche.
El planeta Venus, asociado con Quetzalcóatl. Es el dios del amanecer.
Los mexicas subvirtieron todo el orden cósmico al sustituir a Quetzalcóatl por Huitzilopochtli, y eso los llevó a su efímera gloria, pero también a su caída.
guerreros jaguar y águila de la noche y el día
Tlacéalel fue hermano de Moctezuma I Ilhuicamina, vivió en fechas no precias entre 1400 y 1475, y fue el reformador que construyó la visión divina que los mexicas tenían de sí mismos, y en la que el culto a Quetzalcóatl quedó subordinado al de Huitzilopochtli.
el hubiera es la fuente del odio contra nosotros mismos. Lo que ocurrió es lo único que existe, y era además la única posibilidad.

Los dioses despiertan lentamente de su letargo

Tonatiuh es el nombre genérico del Sol, como deidad, en la cosmología náhuatl; sea que se manifieste como Tezcatlipoca, Quetzalcóatl, Tláloc o Huitzilopochtli. No son diferentes dioses del Sol, son distintas advocaciones de la única divinidad.
Coatepec - cóatl + tépetl, cerro de la serpiente.
Como sol, Huitilopochtli está destinado a nacer. Coyolxauhqui y los Centzon Huitznáhauc están prestos a matar su madre, pero el hijo le habla desde el vientre para decirle que no tenga miedo pues él la defenderá. El sol salvará a la tierra, el hijo de Dios salvará al mundo, también como en todas las mitologías. Entonces el sol guerrero nació completamente armado, derrotó a cada uno de los cuatrocientos surianos (guerreros estelares del sur) y finalmente se enfrentó en cruenta batalla con su hermana Coyolxauhqui, porque la oscuridad es siempre hermana de la luz; le cortó la cabeza y arrojó su cuerpo degollado para que yaciera en las faldas de Coatepec, el cerro de la serpiente; es decir, el mundo.
Tláloc - dios de lluvia entre los mexicas. Su nombre completo en náhuatl era Tlalocentuhli y era considerado una manifestación de la totalidad de Dios, a travel del sol, la lluvia, las tempestades y los rayos, pero bajo la mitología mexica es que quedó limitado al concepto de lluvia.
Tláloc y Quetzalcóatl eran los dioses más venerados en todas las ciudades de la cuenca de Texcoco en los tiempos que llegaron los mexicas.
Tollan - “Gran Cuidad”, de manera incluso un poco mítica. Así pues, Teotihuacán fue Tollan, como luego lo fue Tula y Cholulua, y al final Tollan Tenochtitlán.
El 13 de agosto de 1521 los ídolos de piedra cayeron del Templo Mayor; no fueron derribados por la cerrazón religiosa de los castellanos sino por el rencor centenario de los taxcaltecas.
Alonso de Ávila, uno de los hombres de Cortés, construyó su casa, sobre la diosa de la noche descuartizada y decapitada; ahí, en 1566, su hijo murió decapitado por órdenes de los propios españoles tras participar en una rebelión de independencia.
Hasta que un día de 1790 los dioses antiguos comenzaron un lento despertar; poco a poco empezaron a salir. En aquel año, la diosa Coatlicue hizo su aterradora aparición.
las viejas divinidades mexicas renacieron cuando los franceses estaban revolucionando el mundo, se encumbrara en Europa la era conocida como Ilustración, los viejos regímenes monárquicos comenzaban a caer ante nuevas ideas republicanas.
Teotihuacán había sido abandonada en torno al año 650
La mujer adornada con cascabeles, Coyolxauhqui, la oscuridad de la noche, hija de Coatlicue, hermana y eterna combatiente de Huitzilopochtli.
macehualtin - plebeyos
pipitlin - nobles

Los dioses en la mente de la humanidad

Los dioses son arquetipos psicológicos y las mitologías que nos hablan de ellos son modelos para comprender la mente y poder transformarla.
Sol invicto y tierra sagrada.
la eternidad antes del tiempo y la infinitud antes del espacio. El origen es la unicidad, justo lo que representa Quetzalcóatl.
Las mitologías son herramientas simbólicas para tratar de comprender lo incomprensible, para descifrar nuestra mente y encontrar su pureza original detrás del conflicto.

La civilización que construyó a Quetzalcóatl

todos los grupos humanos crean cultura, pero no todos construyen civilización. La cultura del nómada es efímera.
La cultura del sedentario arraiga en las ciudades y sobrevive y se transmite dentro de los rituales.
El fenómeno civilizatorio está relacionado directamente con la revolución agrícola.
Guerrero y pastor nómada no establecen por lo tanto un esquema patriarcal de familia, sino clanes basados en el matrilinaje. No tienen relatos politeístas complejos sino simples, como su propia sociedad, y más que un panteón divino basado en el orden que derrota al caos y dioses del ciclo agrícola, tienen dioses guerreros que van con ellos a todos lados. Sus dioses también son nómadas. Los imperios siempre han dependido de los nómadas para el intercambio comercial, e incluso para vigilar las propias fronteras imperiales.
En Eurasia, los movimientos de los grupos nómadas se daban en un eje del este a oeste, justo como es el continente y sus cadenas montañosas. En América el movimiento fue del norte a sur, como sus montañas, con lo que cambia la flora y fauna, los cultivos, el clima …, todo dificulta la migración.
En Eurasia, las grandes planicies y la existencia de animales de tiro generaron ideas como la rueda. Estos tres elementos juntos desarrollaron la agricultura de manera mucho mas vertiginosa que en Mesoamérica.
Cien años duró la gloria del Pueblo del Sol… La historia del la civilización mesoamericana es de unos tres mil años.

Las lenguas en las que fue comprendido Quetzalcóatl

Entendemos el mundo en la lengua que hablamos.
En Mesoamérica podemos hablar de tres grandes familias lingüísticas: la mayense, la otomangue y la nahua.
Muchas ciudades que hoy conocemos como nahuas probablemente hayan sido habitadas primero por grupos otomangues.
Nadie sabe quién construyó Teotihuacán, probablemente los otomíes.
Hoy se dice que las actuales ruinas de Teotihuacán que están excavadas y exploradas representan 10 por ciento del total de la ciudad.
Teotihuacán fue la última gran ciudad de una etapa mesoamericana caracterizada por los Estados teocráticos y los centros ceremoniales; tras su caída Mesoamérica verá el florecimiento de una era de Estados, que son abiertamente militarizados y expansionistas.
Para el año 650, la ciudad que llegó a tener doscientos mil habitantes en sus días de gloria, no contaba con más de setenta mil, lo cual nos hable de éxodos masivos que serán el origen de nuevas ciudades en torno a la cuenca de Texcoco.
La gran familia lingüística nahua es originaria de Norteamérica, y desde ahí comenzaron a migrar hacia Mesoamérica en torno al año 500. Los mexicas fueron el último grupo de nómadas nahuas que se establecieron en el lago de Texcoco, alrededor del año 1200.
Tula comenzó a ser importante en torno al 850, llegó a su gloria para el 950 y cayó cien años despues.
Tula es la ciudad donde la cosmovisión teotihuacana comienza a expresarse en náhuatl.
Quetzalcóatl es un mito que se construyó a lo largo de unos dos mil años y en los diversos pueblos aportaron su visión, incluidos los castellanos, ya que fueron los primeros franciscanos quienes desarrollaron el mito de Hernán Cortés como el regreso de la Serpiente Emplumada. Nació entre los olmecas como dios de fertilidad, fue entre teotihuacanos cuando se entendió como un dios solar relacionado con el viento y representado en forma de serpiente; es en algún espacio entre Teotihuacán y Tula cuando pasa a ser el dios creador de la humanidad que desciende al inframundo y resucita, y es en su humanización tolteca cuando se marcha con la promesa de volver. Ése sería el regreso que esperaba Moctezuma.
La guerra civil y la decadencia de Tula generaron al parecer una serie de migraciones de población tolteca hacia el este, a la zona maya. Habría sido en las costas mayas donde Quetzalcóatl se inmola en su balsa de serpientes para convertirse en el planeta Venus y ascender al cielo.
Este mundo es un espejo, por eso está creado y regido por los Tezcatlipocas, o espejos de humo, hijos de la pareja divina primordial. Un espejo de humo porque todo en el mundo terminará por evaporarse en la nada de la que ha sido surgido. Los nahuas, como los hindúes, persas y egipcios, sabían que el mundo es una ilusión. En realidad, la civilización occidental es la única que no lo sabe.
Quetzalcóatl es espejo hermoso, pues la Serpiente Emplumada es el Tezcatlipoca blanco; el espejo luminoso. Quetzal significa “precioso” y coatl, además de “serpiente”, también quiere decir “gemelo”.

El matrimonio divino entre el cielo y la tierra

en la mente o en el universo, que es lo mismo
si descifras a Quetzalcóatl podrás volver a la unicidad original de tu mente, el paraíso original del que hablan todos los relatos religiosos.
En tu mente hay solo dos voces. La voz que te impulsa hacia arriba - Quetzalcóatl. La otra (hacia abajo) te ofrece los placeres de mundo, te habla de guerra y conflicto, de imponer voluntad sobre otras, de competir y triunfar, de someter y conquistar a otros pero nunca a ti mismo. Es la voz de inercia, un espejo que te muestra un mundo como de humo, que se desvanece en el tiempo porque no es real. Vamos a llamarle Tezcatlipoca, tu reflejo oscuro.
En el caso mesoamericano nunca son el bien y el mal, es muy importante cuidarse de esa interpretación judeocristiana. Es una fuerza que desciende y una fuerza que asciende.
El mundo, aunque sea un sueño, es el sueño de Dios; aunque sea una ilusión, es la ilusión que le permite a la consciencia reconocerse a sí misma.
Para los nahuas, volver a Aztlán, a esa tierra prometida, a es la unicidad de la mente, es la segunda llegada de Cristo; en tradición náhuatl: el regreso de Quetzalcóatl.
El camino de regreso al paraíso, el viaje del héroe, comienza en todas las mitologías por un descenso al inframundo.
(13) En el cielo número trece reside la pareja primigenia, Ometecuhtli y Omecíhuatl, el dios y diosa de la sustancia primordial del mundo, que no es otra cosa que la dualidad.
El cielo número trece sería el nivel más elevado de conscienca dentro del mundo, pero al ser morada de la dualidad, deja claro que haya algo más “arriba”. Mas alá del mundo todo es simplemente Ometéotl, el Ser.
Otros cielos:
- (12) donde residen los cuatro rectores de los puntos cardinales que la tradición náhuatl conocerá como los cuatro Tezcatlipocas;
- (11) la fuente de calor y la vida;
- (10) la casa del sol;
- (9) el espacio donde se mueve la luz;
- (8) la casa de las tempestades;
- (7) corresponde a la fuerza guerrera de la voluntad, que es donde los mexicas colocarán posteriormente a Huitzilopochtli
- (6) la morada de la oscuridad
- (5) la esfera de cometas y estrellas errantes
- (4) donde se muevan el sol del alba y del ocaso
- (3) la casa occidental del sol
- (2) órbita de las estrellas
- (1) el más cercano a la tierra, es la órbita lunar.
Bajo los trece cielos está el mundo de los humanos, que se pueden mover en las cuatro direcciones del espacio, cada una regida por un Tezcatlipoca.
Desde nuestro nivel comienza el descenso por los nueve círculos del inframundo:
1. Aquí te espera Xólotl, es dios de la entrada al inframundo
2. Montañas que chocan entre sí
3. Sendero de piedras de obsidiana que rasgan a los muertos
4. Mundo congelado y sin vida
5. Los vendavales te llevan sin remedio de un lugar a otro
6. los muertos son atacados por flechas
7. fieras salvajes que muerden el corazón
8. serie de ríos donde se va apagando el fuego de la consciencia
9. espacio sin luz donde el difunto se disuelve en el olvido hasta entrar finalmente en el Mictlán, el lugar sin puerteas ni ventanas, la caverna sin retorno.
La pirámide que los mexicas llamaron del Sol parece haber sido dedicada al dios de las tormentas - Tlalocantecuhtli, o simplemente Tláloc.
La llamada Pirámide de la Luna habría sido un templo a su contraparte feminina, Chalciuhtlicue.
La lluvia es una manifestación de Tláloc. Este dios representa el movimiento de descenso divino, simboliza todas las bendiciones que bajan del cielo a la tierra.
Tláloc era el dios más importante de todos los pueblos mesoamericanos. No era un dios, Tláloc era Dios.
Tláloc no es un dios completo. La otra mitad es precisamente Chalciuhtlicue - simboliza el ascenso sagrado.
La pirámide mayor de Teotihuacán no era del sol, pero sí del descenso divino; y dado que está orientada en un eje este-oeste, siguiendo el movimiento del sol.
La llamada Pirámide de la Luna, un una orientación norte-sur, es claramente una advocación femenina.
El norte representa los dioses de Tezcatlipoca, la oscuridad y la muerte, dios de la noche y la tentación. El camino femenino simboliza nuestra capacidad de morir y renacer.
Quetzalcóatl; una serpiente que emerge de la tierra con un claro movimiento ascedente, con la cabeza coronada con mazorcas o magueyes; con lo que estaríamos viendo a una divinidad de la agricultura y la fertilidad.
la muerte personificada en Mictlantecuhtli.

Los dioses se transforman entre las cenizas de los imperios

Los bárbaros del norte siempre están al acecho, ye fue así en ambos lados del océano.
Al rededor del año 500, diversos grupos de migrantes nahuas comenzaron a habitar el norte de Teotihuacán, donde fueron conocidos como chichimecas, y así eran conocidos por ser saqueadores que vivían del trabajo de los pueblos civilizados y agrícolas.
Sin importar quiénes hayan tomado Teotihuacán, su intención no era apoderarse de la ciudad, sino acabar con ella.
Los invasores y los invadidos se fusionaron y crearon algo nuevo.

Quetzalcóatl voló por el cielo mesoamericano

La ciudad es una agrupación natural, el reino y el imperio son producto de la guerra y la conquista entre las ciudades; pero los pueblos del valle de Anáhuac estaban lejos de formar una unidad política.
Las ciudades luchaban y se hacían la guerra unas a otras, siempre para robar, porque para eso son las guerras
Teotihuacán fue la ciudad mas importante de todas, pero nunca la capital de un Estado consolidado.
Las rutas y centros de comercio han sido los grandes difusores de cultura en la historia de humanidad.
Los nahuas dispersaron la toltequidad por todo su mundo y Quetzalcóatl voló por todo el cielo mesoamericano.
Amón era el dios supremo y estaba representado precisamente por el sol; al amanecer se llamaba Khepri, y estaba representado como el escarabajo que, tras pasar la noche bajo tierra, escarba al alba para nacer nuevamente; es el sol que nace para ascender, el nuevo comienzo. Ya en el cenit en toda su gloria y mostrando toda su fuerza era Ra, el supremo; al atardecer, cuando descendía en el ocaso para combatir a las tinieblas, se llamaba Atum, el cordero que se sacrifica por el hombre.
la Serpiente Emplumada representaba todo el viaje de la luz por la bóveda celeste. Al amanecer era conocido como Tlahuizcalpantecuchtli, el lucero del alba, al medio día era Tonatiah en toda su gloria, y en el crepúsculo era Xólotl, el xoloitzcuintle que desciende al inframundo, junto con Quetzalcóatl, para enfrentar la oscuridad.
El príncipe Quetzalcóatl, representante de la vieja tradición, con un culto monoteísta que giraba en torno a un dios benévolo se habría enfrentado contra los seguidores del dios Tezcatlipoca, con un culto un tanto más oscuro que giraba alrededor del sacrificio humano. Es la confrontación entre el dios de los sedentarios, siempre más estables y clementes, contra los dioses guerreros de los nómadas, siempre más implacables.
Dios no tiene forma, pero los dioses son hechos a imagen y semejanza del hombre, y sus designios suelen ir de acuerdo con las necesidades politicas.
El relato que se hace de Ce Ácatl Topiltzin contra los hechiceros de Tezcatlipoca difícilmente es verídico; pero nos habla de una guerra civil, que debilitó a la ciudad ya la hizo incapaz de contener las hordas chichimecas que comenzaron a llegar del norte alrededor del año 1000.
La Serpiente Emplumada nunca brota en medio del conflicto.

La promesa redentora de Quetzalcóatl

In Xóchitl in cuícatl, flores y cantos, expresión de los sabios y poetas nahuas, que se refiere a la poesía, filosofía, reflexiones de carácter místico y teológico, que pretenden ayudar a los hombres a comprender los inexplicables misterios divinos.
No tanto un buen gobierno, sino una buena consciencia.
Los hombres contienen la esencia y sustancia divina, pero están condenados al olvido.
En las mitologías sagradas, el olvido de Dios es la causa de la tragedia humana.
Adán y Eva mancillan la santidad de su paraíso al transgredir el único límite inquebrantable, que era precisamente no querer conocer el mundo, no hacer el descenso y caer prisioneros de la ilusión de la materia.
Los placeres del mundo causaron la caída de Quetzalcóatl.
Tlillan Tlapallan, el paraíso primigenio donde Quetzalcóatl, el dios, había creado a la humanidad.
Subió al cielo en forma de Tlahuizcalpantecuhtli, la estrella del alba, con la promesa de volver.
La Tierra Prometida nunca ha tenido una ubicación geográfica, siempre es un estado mental y un lugar en tu corazón.
Los mitos no son historia, son algo mucho más profundo aún, que nada tiene que ver con los hechos.
Los pueblos antiguos siempre depositaron más interés en los mitos que en los hechos, y los poemas y cantares, las flores y cantos, siempre fueron más relevantes que las cronologías.
No estudiar el pasado con los calores y ideas aceptadas del presente.
Entre los griegos, surgió el interés por los hechos, sin interpretaciones ni simbolismos; y esa actitud fue que tomaron los estudiosos de la historia a partir del siglo XVIII
tolteca pasó a ser sinónimo de gran constructor, de artista sublime, de artesano perfecto. Lo que construía un tolteca, era a si mismo.
Mixcóatl (los nahuas), un guerrero nómada de las áridas tierras del norte, y Chimalma (los otomíes), una doncella de las fértiles tierras de sur.
Mixcóatl significa “nube de serpientes” y es el nombre que los toltecas le daban a la Vía Láctea, la totalidad del universo según ellos
En Amatlán nació el príncipe que sería llamado como el año de su nacimiento, Ce Ácatl (Uno Caña); y después, al ser entronado en Tula, sería llamado Topiltzin (Nuestro Señor), y por su calidad de sumo sacerdote sería conocido como Quetzalcóatl.
no hay pecado, porque no hay malicia; lo que hay es engaño. El ego siempre engaña, y su principal mentira es la culpa.
Las emociones negativas te hacen perder el paraíso original.
Ce Ácatl Topiltzin se dirige hacia el oriente, por donde sale el sol, hacia el camino de la luz.
el final del camino espiritual siempre es soltando lastre, y al final es siempre un solitario.
No importa si te vence el mundo, Dios siempre volverá por ti. Es la historia de Ce Ácatl Topiltzin y la promesa redentora de Quetzalcóatl.

El pueblo que derrocó a Quetzalcóatl

el mundo mesoamericano, tal como el egipcio o el hindú, no pretende estar sustentado en certezas. La incertidumbre es su única certeza.
Un mejor futuro, como se pudiera haber entendido, tenía más que ver con rituales de corte místico, religioso y mitológico que con planeaciones basadas en certezas.
una civilización sedentaria que busca explicaciones en el pasado.
mente nahua, de mundo ilusorio y tiempo cíclico, y los frailes entendieron con su mente latina de mundo real y tiempo lineal.
Aztlán, o lugar edénico de la blancura
Chicomóztoc o lugar de las siete cuevas, otro lugar mítico
chichimeca, que significa “linaje de perros”
La mente de estos brujos y chamanes es absolutamente mágica y ellos consideran que la vida humana gira en torno al ritual
La sangre es la sustancia primordial de todo ritual.
Su pensamiento no es racional, son la antítesis de la civilizacíon.
Huitziltzin - “señor del sur”, el chamán hechicero que guiará al grupo más adelante. En honor a este líder los mexicas rebauticen a su dios como Huitzilopochtli, el colibrí del sur, el que voló con ellos hasta el sur.
En torno a 1247 muere su hechicero supremo Huitziltzin, aquel que naciera con el anterior fuego nuevo, y el grupo llevó a cabo un ritual para convertir a su líder en un espíritu guía tras la muerte.
El ultimo líder en la peregrinación: Tenoch.
Chamanes y brujos, cuyos rituales siempre giraban en torno a la muerte

La oscuridad vestida de luz se apoderó del cielo de Anáhuac

la guerra florida se libra en tu interior y es ahí donde vences a Tezcatlipoca
la guerra es contra las pasiones incontenibles y los pensamientos errantes, el campo de la batalla es el interior del individuo, el inframundo es el propio inconsciente y sus perturbaciones, y el premio es el florecimiento glorioso.
los jefes guerreros von a Culhuacán a solicitar a Acamapichtli, hijo de un guerrero culhua con una mujer azteca, que sea su tlatoani (orador o “el que habla”. Era la voz de su pueblo con otros pueblos, y la voz de sus dioses con sus súbditos), y ser así parte del linaje que viene desde la Cuidad de los Dioses.
Tlacaélel es el creador de la cosmovisión mexica que los llevó a esa máxima gloria, pero fue también el causante de que ese poderío se esfumase de pronto, como el humo del espejo de Tezcatlipoca.
La Serpiente Emplumada de Teotihuacán representa, entre tantas cosas, la civilización, la manifestación de que el orden ha vencido al caos; el Tezcatlipoca de los guerreros nómadas es dios del caos.

El sacrificio de los dioses muestra su divinidad a los hombres

un águila sobre un nopal devorando una serpiente. El árbol de la vida mesoamericano, con la materia siendo devorada por el espíritu. Serpiente y plumas, los dos elementos constitutivos de Quetzalcóatl.
Los aztecas no llegan a construir una civilización, sino a alimentarse de la que ya está ahí.
El pacto es simple: poder a cambio de sangre.
A cambio de vida, Quetzalcóatl sólo pide vida. Parte esencial de su enseñanza es que el sacrificio es innecesario. Dios se sacrifica por el hombre porque un dios verdadero es fuente de vida.
El Dios es quien se sacrifica por el humano. No es poner fin al sacrificio humano o animal, sino la idea misma de la necesidad de inmolar.
La existencia del mundo como lo conocemos parece implicar un sacrificio y la idea de dolor y sufrimiento. Pero el mundo implica una separación de la unicidad original…
Por más ilusoria que sea la separación, puesto que Dios es indivisible, no hay mayor sacrificio concebible que separarse de la fuente y padecer el mundo.
El mundo es resultado de una muerte primigenia. Dejar la esfera sutil de lo divino para experimentar la dimensión burda del humano.
Los hombres son producto del sacrificio divino; por eso son llamados macehuales, que significa “hombre merecido” o “hombre por merecimiento”.
lo que buscaban toltecas - construirse a uno mismo, dotarse de un rostro verdadero y un corazón bueno.
La divinidad se sacrifica para que uno experimente el más elevado nivel de la dimensión humana, lo cual requiere una constante guerra florida, una guerra contra uno mismo para florecer en ella, un sacrificio constante para que valga la pena el holocausto divino.
La religión de la Serpiente Emplumada es sacrificarse para generar una vida virtuosa que agrade a los dioses.

Los últimos señores de los toltecas

Nezahualcóyotl - Lobo que ayuna
La gran catástrofe cultural de Mesoamérica no fue la llegada de los castellanos, sino la invasión y destrucción de los mexicas cien años antes

El príncipe Nezahualcóyotl intuye entre los bosques al verdadero Dios

La historia de la humanidad es la historia de la construcción del otro.
La cultura de la que llegó Cortés, la Europa cristiana, llevaba mil quinientos años contándose un solo relato religioso, convencida de que no era mitológico sino histórico
el pensamiento del presente está basado y causado en el del pasado.
Intentamos dar nombre a lo que no lo tiene, para envolvernos a nosotros mismos en el engaño de que somos capaces de descifrar lo indescifrable y comprender lo ininteligible.
Fue apenas en el llamado Siglo de las Luces de la civilización occidental cuando comenzó la negación del misterio divino como eje de la vida
Tloque Nahuaque, el señor y dueño de todo lo cercano y de lo lejano, Ipalnemohuani, señor de la inmediata vecindad, de todo lo que nos rodea, Aquel por quien todos viven, Moyocozatzin, el inventor de Sí mismo.
Tlaltecuhtli, el monstruo del caos.
el mondo surge de nada. la otra opción es un mundo que existe desde siempre, otra imposibilidad lógica; donde todo es una cadena de transformaciones y el mundo siempre viene de un estado anterior. o nada ha existido nunca, o todo ha existido siempre.
El único objetivo sensato de la existencia humana es descubrir lo real y colocarlo por encima del sueño del mundo.
sólo el ser humano vale la pena, porque es la expresión de esa consciencia eterna reconociéndose a Sí misma.
el hombre es el único camino al misterio divino

Los cuatro dioses que explican el funcionamiento y el sentido del mundo

intuyeron que (detrás de los dioses) tendría que haber algo supremo
la idea de varios dioses deriva de la multiplicidad de fenómenos del mundo
la dualidad es fuente de conflicto entre opuestos
El Ser simplemente Es, sin conflicto, sin tiempo ni espacio, sin dualidad ni movimiento. Es Ser es quietud y es paz, no tiene que ver con el mundo.
Tonatiuh y Meztli, sol y luna; y a Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, señor y señora del sustento, la manifestación masculina y femenina de la vida.
Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl engendraron a los cuatro Tezcatlipocas, los espejos humeantes.
El mundo, esta dimensión donde parece existir la materia, es un mero reflejo de lo divino, lo real, lo eterno; son humeantes porque así es el mundo, algo efímero que se desvanece en el aire.
Tezcatlipoca Negro, conocido simplemente como Tezcatlipoca, es el reflejo oscuro, rector del norte, el rincón de la muerte y punto de entrada al Mictlán.
Tezcatlipoca blanco, o Quetzalcóatl, es el reflejo luminoso, el gemelo precioso, rector del este, el rincón por donde sale el sol
Tezcatlipoca rojo, Xipe Tótec, es el dios de la destrucción y renovación, rector del oeste, por donde muere el sol precisamente para renacer
Tezcatlipoca Azul, fue a quien los mexicas convirtieron en su Huitzilopochtli, rector del sur y señor de la guerra.
Lo divino se manifesta entonces en dos dimensiones: la vertical y la horizontal. La vertical representa el descenso y ascenso, desde el treceno cielo hasta el noveno inframundo. En medio de eso, en la tierra, los seres humanos, con la capacidad de elegir el rumbo, a través de la voluntad, la única fuerza que te permite transcender el mundo.
Tezcatlipoca Negro es el origen de todo en el mundo y un reflejo escuro de la realidad divina. Todo aquí está al revés, que el mundo es precisamente lo que no es Dios. Es muerte y destrucción, batalla y conflicto. Contra la unicidad te ofrece fragmentación, frente al infinito y lo ilimitado te engaña con el espacio, y ante la realidad de la eternidad te ofrece la ilusión del tiempo.
Cuando Jesús rechaza tres veces a su propio Tezcatlipoca, a Satán, es porque éste le ofrece todos los reinos del mundo, y Jesús sabe que eso no es nada, es humo.
Mientas Mar ay Satán son demonios, Tezcatlipoca es un dios y se le venera. Se comprende que de alguna manera es parte del convite divino, parte de la estructura de la mente y, por lo tanto, tiene una función igualmente divina.
Tóxcatl, dedicado a un Tezcatlipoca que era en realidad Huitzilopochtli
Tóxcatl es una fiesta perfecta para hablarte del ego y sus engaños si penetras en su significado. Se seleccionaba al joven más hermoso, y durante un año se le llenaba de placeres, fiestas, lujos, mujeres … y luego era sacrificado.
la Serpiente Emplumada presenta la unión de las dualidades, un reflejo luminoso de la realidad divina. Quetzalcóatl es el dios de la vida.
Xipe Tótec es nuestro señor desollado, un dios sin piel, muerte y resurrección, y en su nivel más externo es dios de la agricultura y la renovación de la vegetación; es un dios de destrucción, dentro de un ciclo sin fin.
impermanencia, condición esencial del mundo. Insustancialidad. Todo está siendo para dejar de ser. Nada Es.
Todo lo bueno pasará, todo lo malo también, y eso no está bajo nuestro control, por lo que es necesario ir más allá de esa tormenta que nos agita las emociones de un lado a otro, y aprender a contemplar lo eterno.
no tiene sentido que la existencia exista para no tener sentido. Xipe Tótec te lanza a la búsqueda de algo inmutable en medio de todo este torbellino de destrucción.
La destrucción es necesaria para que la vida sea eterna.
Tezcatlipoca Azul es la voluntad para ganar la batalla; por eso es un dios de guerra. Es necesaria una voluntad guerrera para luchar contra los instintos y las pasiones, contra los engaños y la inercia del mundo, contra el ego y la oscuridad.
La existencia sí tiene sentido, pero descubrirlo implica un esfuerzo. Huitzilopochtli es ese esfuerzo, esa guerra florida.
Para elegir y tomar el camino de la luz estamos dotados de la voluntad.
Todo comienza en Ometéotl y todo debe regresar a esa unicidad original.
El camino de Tezcatlipoca te aferra al mundo y te lleva por la vereda de los nueve niveles del inframundo hasta llegar al Mictlán y encontrarte con la muerte; el camino de Quetzalcóatl te libera de las ilusiones y te conduce por los trece cielos hasta volver al origen.
El norte ofrece el frío y la muerte de Tezcatlipoca que te muestra la entrada el Mictlán, lugar sin retorno. El sur te muestra la voluntad guerrera de Huitzilopochtli, necesaria para obtener la vida eterna. El oeste representa la impermanencia y constante destrucción de Xipe Tótec, pero por el este regresa siempre Quetzalcóatl para elevarse como sol triunfante y mostrarte la eternidad.

La cita con el destino más importante de la historia

el mexicano del siglo XXI sigue luchando del lado de la oscuridad de Tezcatlipoca, porque ése es en realidad Huitzilopochtli, y evita el nacimiento del nuevo sol, uno que será dominado por los hijos mestizos de los toltecas y los castellanos; así como los toltecas eran los hijos mestizos de los otomíes y los chichimecas.
Los mexicas no gobernaban, ni mucho menos administraban, el valle de Anáhuac. Ellos simplemente lo saqueaban.
Como todos los tlatoanis, su primer acto fue lanzar una terrible guerra contra las ciudades del valle de Tlaxcala y así obtener prisioneros parra el sacrificio.
Los aztecas o mexicas son también parte de nuestro pasado, una muy pequeña, muy breve, y muy sanguinaria y destructiva.
nosotros, los mexicanos del siglo XXI, aún estamos sometidos por ellos.
Cualquier amor que se sienta por un México distinto, el del hubiera, es falaz y ficticio.
sistema educativo diseñado para alienar la mente.
La mejor forma de honrar el pasado es superándolo.

La muerte del sol que nació en Teotihuacán

pasar del caos al orden implica una lucha, un sacrificio divino.
En una primera oportunidad, el Espejo Humeante creó el sol con el elemento tierra.
Luego fundó un nuevo sol con su elemento propio: el viento; creó hombres a los que ensenó la agricultura.
tercero y cuarto sol que fueron como medias eras
llenó el mundo de agua para dar vida al cuarto sol
Tecuciztécatl - el dios del caracol. El caracol marino es uno de los símbolos de Quetzalcóatl.
En su propia versión del mito, los mexicas se plantean a sí mismos como el pueblo de origen humilde, los nómadas sin hogar despreciados por los civilizados.
el Nuevo Testamento se deja clara la esencia del pacto con Dios: si hay fe, no hay sacrificio.
mientras Jesús se hace cerne y sangre de Dios para que la esencia divina sea consumida por el hombre, la comunión con Huitzilopochtli se logra consumiendo la carne y la sangre los hombres inmolados.
Por razones incomprensibles, dos siglos de historia azteca resultan ser más importantes que tres mil años de Mesoamérica.
No existía para esos pueblos la noción de Estado o país, ni mucho menos una identidad con base en dichos conceptos. Su estructura era la del clan, y su identidad estaba atada a esa red de familia; lazos de sangre que giran en trono a un ancestro legendario.
Es mucho más probable que el mexicano de hoy descienda de cualquier otro de los pueblos castellanos incluidos, que de los mexicas.

El encuentro de dos pueblos elegidos

[el fin del mundo:] Siempre se vuelva al caos, pero siempre renace algo nuevo.
los invasores adoptaron la cultura de los invadidos.
Dios siempre pone pruebas
Rómulo y Remo, sobrevivirían amamantados por una loba, que no era sino el dios de los campos y la fertilidad, Fauno Luperco
Está claro que Dios no elige pueblos, pero cada pueblo que se asume como elegido ha actuado en consecuencia y ha llegado a la grandeza. Los mitos moldean la mente de los individuos y los pueblos.
Los mexicanos somos los hijos de toda su grandeza [de toltecas y castellanos], y nos contamos una historia de caída y tragedia que lleva demasiado tiempo determinando nuestro destino.

El sol mexicano comenzó a gestarse

Mayahuel, una representación de la madre tierra, será la diosa del pulque, y sus cuatrocientos hermanos conejos, los Centzon Totochtin, los dioses de la embriaguez.
Quetzalcóatl, el rey, nació de la unión del cielo y la tierra.
Los hombres de maíz, la humanidad de Quetzalcóatl, es la verdadera civilización mesoamericana
Fue relativamente sencillo asimilar a Jesús con Quetzalcóatl; a Guadalupe, la versión mariana que llega con Cortés, con la madre divina Tonantzin; e incluso a Tezcatlipoca con Satán.
engaño es la causa del mundo, que por eso es ilusorio.

Al día siguiente de la conquista

no fue el inicio de una resistencia indígena a una ocupación militar, eso no ocurrió nunca. Los diversos pueblos asumieron a Hernán Cortés como el nuevo líder del lago de Texcoco.
la casa de Habsburgo comenzó a conquistar aquello que había creado Hernán Cortés con sus aliados indígenas.
ninguno [pueblo] veía nada extraño en que se dieran órdenes desde el centro del lago de Texcoco, sin importar quién fuera el gran señor; ninguno vio como algo insólito o chocante que la religión de sus señores se inculcara sobre todos.
No hubo un México preexistente que fuese invadido sino uno que comenzó a formarse.
Sólo dos emociones raíz mueven todo el psiquismo del ser humano: el amor y el odio, que en realidad se deriva del miedo. Amor y miedo. Sólo una construye.
Nunca hay buenas intenciones detrás de un discurso de odio.
purépechas del oeste, chichimecas del norte, oaxaqueños del sur y mayas al este seguían su vida. El líder de los hombres del mar había derrotado a los oscuros mexicas.
Tlaxcala comenzó a formar la Nueva España que se convertiría en México.
viruela: la población originaria pasó de alrededor de dieciocho millones a sólo setecientos cincuenta mil.
La religión se fue adaptando, no imponiendo.
Cuatro indígenas fueron quemados en la historia de Nueva España.
La Inquisición en Nueva España llegó a vigilar la conducta de los propios castellanos.
Con Juárez comenzó la verdadera debacle indígena. Para el siglo XXI es evidente: la clase política, nunca indígena y mucho menos conquistada, usa a los indígenas y la conquista como discurso siempre en su favor.

México desciende al inframundo para enfrentarse a su propia oscuridad

la división fue nuevamente la cause de nuestra muerte.
Los toltecas esperaban a Quetzalcóatl y llegó Jesús. El mismo Christo.
Lo mejor de Europa depositó su semilla en lo mejor de América
Somos un pueblo elegido. Nuestro único enemigo es quien convoque a nuestra división y conflicto.
Somos hijos de dioses en ambos lados del océano.